Una mujer en Virginia compró por 3,99$ un jarrón con una apariencia particular que se encontraba en Goodwill. Para su sorpresa, resultó ser una pieza elaborada por un arquitecto de renombre: Carlo Scarpa. Lo que pareció ser una simple compra, se transformó en el suceso que cambió su vida.
Una obra en un lugar insospechado
La gente no espera encontrarse obras valoradas en miles de dólares en tiendas, pero lo que vivió Jessica Vincent es la excepción a la regla. Al estar en esa tienda se hizo con un jarrón por el cual pagó solo 3,99$, para su sorpresa, al compartir la foto en un grupo de Facebook comenzó a recibir ofertas que la motivaron a indagar más acerca del origen de la pieza.
Al consultar con Richard Wright el dueño de la casa de subastas a la que finalmente fue vendido el jarrón, este estimó que el precio de la pieza podría alcanzar los 50.000$, suma que superaba por mucho las expectativas de su dueña. Sin embargo, las ofertas no paraban de llegar y eran cada vez más altas.
Finalmente el jarrón fue vendido por la increíble suma de 107.100$, dinero que Vincent empleó para renovar una casa de campo que había adquirido con su pareja.
Un poco de contexto…
El jarrón que fue elaborado en la década de 1940, fue el resultado de la ejecución de una compleja técnica gracias a la cual fue posible combinar vidrios transparentes y opacos, con ello el artista logró crear el efecto de pinceladas que le atribuyen a la pieza esa apariencia tan especial. Para hacer aún más valioso, el jarrón pertenece a una exclusiva colección de piezas bautizada por el artista como “Penellate de Scarpa”.
Son tan raras las piezas de esta colección que expertos de la casa de subastas apenas han podido conocer de otra pieza de estas, la cual pertenece a una colección privada.
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